Cuando hablamos de "emprender", la mayor parte de la gente, de forma automática, pensamos en jóvenes, en el comienzo de una carrera profesional, y esto, como explicamos en esta publicación, es simplemente es un error.

No existe edad para emprender, no existe edad para empezar, muy al contrario, la edad nunca puede ser un condicionante para planear un comienzo. 

Mirad la fotografía, es uno de los titulares que más me ha gustado leer: "Un emprendedor de 83 años", es algo más que un titular, es un recordatorio de que siempre podemos iniciar un camino nuevo, que nunca debemos dejar de soñar, de trabajar, de intentar; siempre se puede lograr, siempre se puede iniciar una ilusión, porque las herramientas son las misma tengas la edad que tengas: planificación, actitud, aptitud, motivación y trabajo.

¿Habéis visto la edad de las actrices nominadas a la mejor actriz revelación en los premios Goya? Por el nombre del premio se podría pensar que son personas que empiezan, jóvenes recién incorporados al mercado laboral, pero no: En 2020 lo ganó Benedicta Sánchez, nacida en 1935 y que empezó su camino como actriz en el año 2019.

Otro ejemplo de que la edad no es óbice para emprender un camino: Chloe Ardelia Wofford, más conocida como Toni Morrison, ganadora del Premio Nobel de Literatura, no escribió su primera novela hasta cumplir los 40 años.

¿Quién dice entonces que solo los jóvenes pueden comenzar su camino? Dejémonos llevar por estos  y otros tantos ejemplos, olvidemos nuestros prejuicios y emprendamos siempre aquel camino que queramos emprender.


Ocho de diciembre de 2020.

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